martes, 28 de diciembre de 2010

Pásame la china, "Tron"

Como le tocaba a cualquier aficionado de la ciencia ficción este año, fui al cine con la emoción a flor de piel para ver la secuela de la fantástica "Tron" (Steven Lisberger, 1982). Estoy hablando de la superproducción de Disney "Tron: Legacy" (Joseph Kosinski, 2010), anunciada a bombo y platillo y que nos tenía a todos, después de las primeras imágenes promocionales, con los cojones a ras de suelo.

Lamento tener que admitir que la película fue una pequeña (o gran, según se mire) decepción. Me encontré con un film entretenido, pero que no aguantaba en la comparación con su predecesor, que tuve el gusto de disfrutar en DVD días antes, aunque muchos medios pretendan colocarlos al mismo (modesto) nivel. Creo que lo mejor para explicar lo que falla en "Tron: Legacy" es compararla con el original.

"Que no hagáis la secuela, que la vais a liar..."

No es ninguna sorpresa encontrar el gran déficit de la película en el guión. Curiosamente, éste ya era el punto flojo del clásico ochentero, pero, tal y como pretenden los creadores siempre, en esta ocasión los errores se llevan 'a otro nivel'. Los diálogos de "Tron" eran bastante tontitos, sobretodo en el mundo real, y en ocasiones parecía que estuviéramos ante un telefilm. Afortunadamente, en poco rato nos trasladábamos al mundo de las CPUs y los circuitos integrados, y el libreto pasaba a ser meramente funcional, sin estorbar ni adornar, paseándonos por una aventura que nos atrapaba a pesar de su extrema simplicidad.

En el caso de "Tron: Legacy", tenemos que aguantar dos vicios bastante comunes actualmente: por un lado, el exceso de diálogo, que revierte en una pérdida de la intriga y en una mayor evidencia de su poca chicha, además de romper el ritmo y el ambiente conseguido por las imágenes; por otro lado, el 'efecto chicle', un alargamiento del metraje por encima de lo necesario, que no aporta nada a la película y que, por el contrario, se convierte en un lastre para la misma. Para muestra un botón: la duración de "Tron" era de unos escasos 82 minutos; la de "Tron: Legacy" se extiende a los 125 minutos, un metraje a todas luces excesivo teniendo en cuenta que la historia no es más ambiciosa que la del original. Pero he aquí un nuevo problema: esa trama tan liviana pretende presentarse como compleja: así pues, las explicaciones son enrevesadas y el desarrollo algo caótico, de modo que la historia llega a hacerse difícil de seguir por momentos (¿alguien ha entendido realmente qué coño son los ISOs?). Digamos que si en cuanto a argumento "Tron" era un chino (el colador, quiero decir), su secuela es un queso gruyere.

"¿Y dices que eres una ISO? ¿Y por qué coño no hay más ISOs en mi mundo?"

Me da miedo hablar de los personajes: en la original estos ya eran esquemáticos, hasta el punto de que únicamente quedaba bien dibujado el protagonista. Si bien Jeff Bridges no nos regalaba una actuación destacable, sí aportaba su carisma innato. En el presente film, vemos este déficit amplificado. Bridges está más desubicado que Liam Neeson en "La amenaza fantasma", y poco queda ya del Flynn que conocíamos, un imperdonable fallo que mina la percepción de la película a partir del momento en que hace acto de presencia nuestro antiguo héroe. El hecho de que el enemigo a batir sea el doble del mismo personaje es interesante, pero no está bien aprovechado; eso sin contar con que no conocemos sus motivaciones hasta mitad del metraje, lo que provoca una preocupante indefinición del conflicto, blablabla (más debate sobre los fallos de estructura del guión). Únicamente destacaría a Olivia Wilde, que aparte de estar tan preciosa como siempre, aporta algunos matices a su personaje que le dan, a pesar de ser muy simple, un cariz realmente tierno y genuino.

Otro aspecto a destacar es el diseño de producción. Los detractores de la película de 1982 atacaban lo que hemos expuesto antes: el endeble guión y el esquematismo argumental y de personajes. Ah, graso error. En "Tron", efectivamente, la trama pasaba a ser un elemento totalmente secundario, para pasar a convertirse la película en una experiencia sensorial. Y en este sentido, el resultado era magistral. La representación del ciberespacio conformaba una apuesta estética totalmente radical, casi experimental, diría, e inducía al espectador un estado de cuasi hipnosis. Ese mundo onírico y surrealista, filmado en blanco y negro y coloreado para llenarlo de neones, cubierto de estructuras y vehículos de líneas y ángulos rectos, creaba un universo diferente, con reminiscencias del real, pero que se regía por reglas completamente propias.

"Esto, esto eran graficazos y no los de la Play"

En "Tron: Legacy" este universo ha sido actualizado. Esto no es en sí un problema, pero cuando nos encontramos ante la disyuntiva de dejarnos llevar por el apabullante aspecto gráfico (que evidentemente le da veinte vueltas a lo que se podía hacer en los 80s) o bien lamentar el ablandamiento de la apuesta estética que comentaba antes (esa ciudad TAN ciudad, ese cochinillo para la cena, ese 'fuego a tierra de electrones'...), la balanza se decanta más hacia el segundo lado por culpa del deficiente guión.

Pero no todo es malo en "Tron: Legacy". Por un lado, encontramos la banda sonora creada por Daft Punk, que es realmente acertada y se conjuga perfectamente con las imágenes, recuperando por momentos la magia perdida. Por otro, están las escenas de acción: lo que en los ochenta no podía mostrarse, en el nuevo siglo ya es realidad, y cuando se junta la espectacular puesta en escena con la BSO, el efecto es brutal. A saber: los juegos del disco y las motos de luz (aquí la actualización del diseño sí que funciona), la reyerta en la discoteca (con momento piel de gallina incluido) y la persecución final (ídem). Por último, están los guiños al original, que son múltiples y muy agradecidos (la base del diseño de todo lo que aparece, la recuperación de los antiguos actores, el cameo de Cillian Murphy como hijo de Dilinger...).

"Ya me dirás tú si no mola todo este mundo cromado de color ziritione"

En definitiva, en los momentos en que "Tron: Legacy" se vuelve realmente épica disfrutamos como enanos, a la vez que nos lamentamos de lo que pudo haber sido y no fue. Cabe preguntarse si "Tron" necesitaba ESTA secuela. Mal que nos pese, la respuesta tal vez sea negativa.

PD. Disculpas si no está del todo pulido el texto. Blogspot me jugó una mala pasada (y no es la primera vez...) y me borró la mitad del texto que había escrito.

TRON

Lo mejor: Si te dejas llevar, se convierte en un viaje único.
Lo peor: El mundo real no despierta gran interés.
La secuencia: La entrada al prohibido Sector 7.

TRON: LEGACY

Lo mejor: Cuando se centra y nos da lo que esperábamos de ella.
Lo peor: La autoconsciencia de la absoluta destrucción como personaje de Flynn: "Hijo, me estás rompiendo mi rollo zen". Lamentable.
La secuencia: Cualquiera de las escenas de acción mencionadas. Y si van acompañadas del leit motiv de la película, piel de gallina.

jueves, 15 de julio de 2010

Al bosc de Sherwood ningú pot escoltar els teus crits

Crítica realizada para la selección del Jurat Carnet Jove del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges 2010.

Darrerament, veiem una sèrie de parelles artístiques que semblen pràcticament inseparables: Scorsese-Di Caprio, Burton-Depp i... Scott-Crowe. Sigui un fan dels directors, dels actors o de tots dos, no es pot evitar començar a sentir una mica d’angúnia quan veiem que aquests duets es perpetuen de forma indefinida; alguna cosa ens diu que això no pot ser sa. Deixant de banda aquest incís (o a arrel del mateix), era possible emocionar-se quan el senyor Ridley Scott, traient la seva ramalada més megalòmana, va afirmar que el seu “Robin Hood” seria el millor que s’havia rodat mai. Un cop vist el resultat, podem dir clarament que aquell dia es va equivocar. 

El “Robin Hood” de Ridley Scott té un problema seriós que en realitat són dos. I és que no troba ni el to ni la història que vol explicar. Ens passem mitja pel·lícula dubtant sobre què té més importància, si Robin, Marian o les intrigues de palau. O potser els veritables protagonistes són aquests nens perduts que apareixen de quan en quan per tornar a desaparèixer i acabar embolicats en la batalla final de rigor, com qui no vol la cosa? O potser és el sheriff de Nottingham, tant discret ell? És interessant recordar el fet que la pel·lícula es va titular durant molt de temps precisament “Nottingham”, i anava a estar protagonitzada per aquest mateix personatge, que ha vist reduïda la seva participació a quatre aparicions on ens captiva amb un toc a l’estil Tino Casal. Potser va ser durant aquesta sèrie de mutacions del projecte que es va perdre un fil que mai es va tornar a recuperar. 

Quant al to, valgui com a exemple la primera aparició de Max von Sydow, que ens regala, demostrant un cop més el gran actor que és, el millor moment de la pel·lícula, creant un personatge tant tolit a l’exterior com destrossat i vulnerable a l’interior. Al dia següent, però, (temps de la cinta) trobem una versió molt més ‘catxonda’ del seu Sir Walter, produint-nos aquest fet una descol·locació total. 

“- Merda, nois, acabo de caure-hi: ens hem deixat l’èpica! 
- Apa, a desfer tot el camí... 
- Doncs jo no torno. 
-Vaja un líder...” 

En altres ocasions, és la música la que intenta subratllar excessivament certs moments ‘vitals’, amb una solemnitat que no acaba de caure-li bé a la cinta. Russell Crowe, per la seva banda, fa tot el possible per aixecar la funció, i de fet aconsegueix (malgrat l’angúnia inicial) una bona interpretació que sap trobar el matís al personatge, per sobre dels seus punts en comú amb el famós gladiador. Una altra cosa és la seva química amb la sempre interessant Cate Blanchett, nul·la, per no dir d’antimatèria. El dolent de la funció, Oscar Isaac sembla perdut en combat durant tota la cinta i, al final, ni von Sydow, ni William Hurt, ni Mark Strong (l’antagonista de moda) poden fer gran cosa per salvar la papereta. 

Malgrat tot, anem trobant alguns moments inspirats que ens fan esperar que la cinta remunti el vol, fins que acabem descobrint que “Robin Hood” no és un Air Bus, sinó una avioneta bimotor. S’ha d’elogiar, això sí, el treball de fotografia de John Mathieson, que ja ha col·laborat amb el director britànic en altres ocasions. 

Aquest “Robin Hood” és, doncs, simplement passable i no la gran aventura que ens volien vendre; una veritable llàstima. Esperem que el tiet Ridley ens doni una agradable sorpresa amb les seves noves incursions a la saga Alien, que va iniciar amb tant de mestratge.

Esvàstica en gloriosa descomposició

Crítica realizada para la selección del Jurat Carnet Jove del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges 2011.

“Zombis nazis” és un cas tan curiós com satisfactori ja que, malgrat tractar-se d’una pel·lícula de morts vivents amb denominació d’origen noruega, es veurà estrenada en breu a les nostres sales. Segurament tingui alguna cosa a veure amb aquest fet la seva presència al Festival de Sitges de 2009, on encara es va rebre amb el seu títol original, “Død snø”/”Dead Snow”, o l’èxit de l’esbojarrada “Bienvenidos a Zombieland” (Ruben Fleischer, 2009), que hem pogut gaudir durant els darrers mesos i que també es va estrenar al mateix certamen. En qualsevol cas, la visita és molt benvinguda. 

No és casualitat que “Zombis Nazis” faci una referència directa, al poc temps de començar, a “Posesión infernal” de Sam Raimi (1981). De fet, les similituds entre les dues pel·lícules són més que evidents. La premissa és simple: grup d’amics que passen les vacances a una cabana en plena muntanya i que es veuen atacats per un batalló de zombis nazis. I aquesta simplicitat és en el fons el que fa triomfar la pel·lícula. 

En comptes de complicar-se la vida, la cinta agafa elements d’aquí i d’allà i els dóna una personalitat pròpia, a la vegada que exprimeix la taronja (o la víscera en aquest cas) per treure-li tot el suc a la situació. Sobre una base d’eficàcia contrastada, Tommy Wirkola es dedica a polir una fórmula que costa de portar a bon terme i centra tots els seus esforços en això, amb resultats més que satisfactoris i deixant pel camí unes quantes esquitxades d’agraït humor negre sobre la blanca neu. 

"Aquesta és la nostra posi de ‘som uns zombis nazis molt dolents, que tenen males intencions, i us anem a menjar els budells perquè sí, perquè som zombis, som nazis i som molt dolents. M’he repetit en alguna cosa?’" 

Si hem de posar-li alguna pega, podria ser el fet que, després de tot, que els zombis provinguin o no de l’Alemanya nazi no té cap transcendència real a la pel·lícula, més enllà de buscar una excusa per treure a passejar monstres i del morbo que tothom pot sentir per veure l’imaginari nacionalsocialista associat als no morts. Uns no morts que, com comença a ser costum, es prenen alguna que altra llicència, i no es tallen per exemple a l’hora de fer algunes carreres en plena muntanya. Però oblidem-nos de puritanismes, els mites del fantàstic estan per jugar amb ells i, al cap i a la fi, sempre trobarem casos molt més esgarrifosos; si no, només cal revisar la col·lecció de carones que exhibia en Robert Pattinson a “Crepúsculo”. El terror mai ha estat tan físic. 

En conclusió, “Zombis Nazis” és una de les millors pelis de zombis que s’han vist en els darrers anys i es pot recomanar sense objeccions a tothom qui vulgui passar una bona estona patint una miqueta i rient bastant. És una cinta que va per feina, directa, concisa, i l’hora i mitja que dura es passa volant. Algú pot demanar més? Doncs si és en companyia, millor.

In the Age of Wonder...

Crítica realizada para la selección del Jurat Carnet Jove del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges 2011.

Quan un fa un repàs ràpid al cinema fantàstic dels anys vuitanta, és possible que passi per alt una pel·lícula força atípica, tremendament personal i que va néixer amb ambicioses aspiracions comercials finalment acomplertes amb modèstia, però que amb els anys s’ha anat guanyant aquella esquiva categoria de cinta de culte. Es tracta de “Cristal Oscuro”, film dirigit l’any 1982 per Jim Henson i Frank Oz, dos veritables artesans que van col·laborar en diverses ocasions amb resultats quasi sempre interessants. 

Ambientada en un llunyà planeta, “Cristal Oscuro” narra la història d’en Jen, un gelfling que, segons la profecia, està destinat a restaurar el poder del Cristall que va ser trencat fa mil anys, esguerrant l’equilibri del seu món a través de la divisió dels originaris Urskeks en una raça maligna (els Skeksis) i una benigna (els Místics). Com es pot imaginar, la darrera va quedar previsiblement subjugada davant la primera. 

Aquesta és la senzilla base (el bé contra el mal, el caos en contraposició a l’equilibri) sobre la qual se cimenta una pel·lícula que aconsegueix en pocs minuts el favor de l’espectador, que es veu absorbit completament pel treball artesanal que destil·la cada fotograma. Els dissenys de Brian Froud (que llançaria també en el seu dia el llibre “The World of the Dark Crystal”) cobren vida de la mà dels mestres titellaires de la factoria de Jim Henson, que van utilitzar totes les tècniques hagudes i per haver per tal de crear la primera pel·lícula d’acció real en què no apareixia cap ésser humà. El resultat és una ambientació espectacular i uns personatges plens de carisma, i amb un cert toc inquietant marca de la casa, que ens traslladen a un d’aquells móns on tot és possible. 

Malgrat tot, “Cristal Oscuro” no és una pel·lícula perfecta; no deixa de ser una història que hem sentit moltes vegades, i conté algunes obvietats orientades potser a esclarir l’argument davant del públic més jove, al qual se li fan algunes picades d’ullet. Un públic, per altra banda, al qual potser li costarà connectar amb una història envoltada d’una aurèola de foscor poc comuna en el cinema infantil. 

“- Ai, Jen, quina por! 
- Sí nena, atansat, que quan passin els crèdits t’ensenyaré el veritable poder del Cristall...” 

Tot i això, “Cristal Oscuro” conté una dosi d’innocència així com un sentit de la fantasia molt propis dels anys vuitanta, que es van anar diluint al llarg dels noranta, i que actualment han passat a estar en perill d’extinció. Esperem, doncs, que el recentment anunciat projecte de realitzar una continuació de la història amb “The Power of the Dark Crystal” arribi a bon port. Qüestió inevitable en els temps que corren, es planeja incloure en aquesta seqüela elements per ordinador, que podrien fer trontollar la màgia que destil·lava l’original. Si els de la companyia d’en Henson aconsegueixen, però, repetir l’experiència de “Donde viven los monstruos” (Spike Jonze, 2009), podríem estar parlant d’una de les més grates sorpreses del cinema fantàstic dels propers anys.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Caminante no hay "Camino"

Y llegó Javier Fesser y dijo "Aquí estoy yo". Si las dos primeras películas de este señor, "El milagro de P. Tinto" y "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" no me entusiasmaron, a la tercera ha ido la vencida, y no hay excusa para no ver esta cinta, que se llevó merecidamente el gato al agua durante los pasados Premios Goya. "Camino" (2008) cuenta la historia de una niña, hija de una familia extremadamente religiosa, que en cinco meses ve cómo su vida da un giro radical por culpa de un cáncer. Venga, a llorar se ha dicho.

Ya lo digo de entrada, como quiero resaltar lo bueno de la película (inmensa mayoría) solamente mencionaré los que creo que son sus dos defectos, que en caliente me daba incluso vergüenza exponer. El primero, y relativamente importante, es un exceso de metraje (¿10-15 minutos?), que se traduce en una sensación de redundancia por momentos y empaña algo el ritmo de la película. El segundo, y menor, es que, a pesar de las ventajas que comporta, y del gran trabajo técnico, en ocasiones se hecha en falta que la película esté rodada en cine. Ya sabéis, es igual pero no es lo mismo.


Una vez dicho esto, solo queda plantear los que son, a mi entender, los tres factores clave que hacen de ésta una gran película, que se queda tan solo a las puertas de merecer el calificativo de 'maestra':
  1. Es una obra de arte incontestable por una sencilla razón: está hecha sin concesiones. Es la obra de alguien que necesitaba contar la historia que cuenta, y que lo hace con convicción y sin ningún tipo de atadura. Como debería ser.
  2. Las actuaciones son de campeonato. Casi todos los actores brindan aquí las que seguramente sean sus interpretaciones más intensas (brillantes Carme Elías y Mariano Venancio). Y mención aparte merece Nerea Camacho (tongo si no se hubiera llevado su galardón), una criatura hecha para ser filmada. Si no vuelve a actuar (que lo hará) bien podría tener la conciencia tranquila.
  3. Es una película trascendente. Porque, además de tratarse muchos otros temas relevantes, nos obliga a replantearnos las cosas al mostrarnos la manera en que, a su corta edad, Camino descubre (unidas de una forma inusual) las dos experiencias más importantes por las que pasará inevitablemente todo ser humano: el amor y la muerte.
Así pues, la película logra trascender el poco valorado subgénero del melodrama, y consigue una sensación muy curiosa, y es el hecho de que al acabar, piensas que si en el mundo solo pudiera contarse una historia, seguramente debería ser la de "Camino".

Lo mejor: Las reflexiones infinitas que se pueden extraer de su visionado.
Lo peor: Que esté inspirada en hechos reales.
La escena: Viaje a Viena.

sábado, 23 de enero de 2010

Tharkun Academy Awards 2009: Premios especiales

Ahí va la segunda parte de mi selección personal que, en esta ocasión, no llegó a salir en antena (Adrià, crec que estaràs força content):

1. ME MOLA EL CINE

Revival en pantalla grande:
"Pesadilla en Elm Street" (1984) -> Wes Craven reinventaba las historias de psicópatas cargándose unos cuantos clichés y creando una peli tremendamente divertida.
(Finalistas: "El Padrino: Parte II" (1974) -> Obra mastodóntica, por su calidad cinemátográfica es inmejorable, aunque por mi parte no contaba con el factor sorpresa como sí lo tenía Freddy Krueger.
"Mi vecino Totoro" (1988) -> Una gran suerte fue poder ver en pantalla grande (gracias, Aurum) la película emblema del estudio Ghibli, un precioso cuento sobre el sentido de la maravilla.)


Revival en pantalla pequeña:

"El sabor del té" (2004) -> Es una cinta muy moderna, pero es que me pareció una auténtica genialidad. Una ¿comedia costumbrista surrealista? Llamadla como queráis, pero merece este puesto.
(Finalistas: "La gata sobre el tejado de zinc" (1958) -> Tremenda película de guión impecable, denso contenido y espectaculares actuaciones de Paul Newman y Elizabeth Taylor. Imprescindible.
"Mullholand drive" (2001) -> Mi segunda toma de contacto con David Lynch fue todo un éxito. Una película que te atrapa, y que encontré más accesible (dentro de sus parámetros) de lo que esperaba por su fama.)


Joya escondida:
"Hard Revenge Milly: Bloody Battle" -> Una joyita de acción con salpicones de gore que pese a estar rodada en digital luce muy bien, con buenas interpretaciones, grandes coreografías y un ritmo envidiable. Más y mejor que su primera parte.

Secuela o remake:
"Evangelion 2.0: You can (not) advance" -> Tiene un poco de las dos cosas, pero en cualquier caso es un anime espectacular, que coge el sendero que debería haber seguido ya la (muy destacable) primera parte, y que es el de contarnos una historia con variaciones palpables respecto a la serie de origen. Ahora sí que estamos ante el Rebuild que anuncian.

Película relax:
"Megane" -> No será de las mejores del año, pero esta película tiene algo que ahora que estoy de lleno metido en el mundo laboral aprecio en gran mesura. Y es que consigue un ambiente de relajación y de distanciamiento del resto del mundo casi curativo. Quién tuviera unas semanas para pasar en la playa apartado de todo, con la única preocupación de comer, ver el mar y tomar granizados de hielo laminado... Eso es "Megane".


Me la perdí y fijo que era buena:
"Arrástrame al infierno" -> Ya sé que lo nuevo de Raimi no iba a ser una obra maestra, pero ¿cuántas oportunidades de ver una película de fantástico-terror en condiciones hay al año? Aún tengo pendiente esta semi-vuelta a los orígenes del director.

Quiero y no puedo:
"Los sustitutos" -> Tenía esperanzas en lo nuevo de Jonathan Mostow, pero pese a partir de una premisa muy interesante, la película no arranca, se vuelve monótona, los personajes no nos importan y, en definitiva, nos queda un producto muy sosorro.

Peor película del año:
"¿Qué les pasa a los hombres?" -> Por-favor. Que conste que nunca pagaría por ver una película con ese (horrorosamente traducido) título. Me la pusieron en el avión. Y no podía esperar a que llegara el final. ¿Cómo convencieron a tantos actores conocidos para hacer esta patraña?
(Finalista: "Zone of the dead" -> Que digan orgullosos que tiene participación catalana... En fin, este invento checo no tira por ningún lado. Los peores zombies del año.)


2. IMÁGENES PARA EL RECUERDO

Escena de acción más molongui:
Milly contra el jefazo de los Jack Bros., en "Hard Revenge Milly" -> Menudas coreos las de estas pelis. Se reciben como agua de mayo.

Escena más goreeee:
Varias de "Hard Revenge Milly" -> Los japos están creando su nueva tendencia en el gore... Y su profeta es Yoshihiro Nishimura. Larga vida a la Nueva Carne.


Escena más divertida:
Cuestiones lingüísticas en "Malditos bastardos" -> No diré más para el que no la haya visto. Memorable. +10.
(Finalista: Cameo de 'X' en "Zombieland" -> ¡No! ¡Tampoco puedo decir quién es! Pero el resultado es la carcajada.)

Escena más emotiva:
El arranque de "Up" -> Lo mejor de lo nuevo de Pixar es la historia de amor que se nos presenta al inicio. Lo de después, en comparación, queda algo desinflado. Pero es que ese comienzo es casi insuperable.
(Finalista: El final de "El luchador" -> Momentazo que condensa todas las emociones de la película. No me extenderé más con esta película. Vedla.)

Escena más épica:
Ponyo sobre las olas en "Ponyo en el acantilado" -> Ver a la niña pez corriendo como una loca sobre un mar de peces gigantes con la grandiosa música de Joe Hisaishi de fondo me puso la piel de gallina. Seguramente, el momento más memorable de la última de Miyazaki.


Escena más prescindible
:
Ninjas "Nazgûl" en "Ninja Assassin" -> ¿Es necesario ir haciendo susurritos cuando se forma parte de un escuadrón de ninjas asesinos? ¿Hace falta imitar a los Jinetes Negros como si en el contexto de la peli tuviera algún sentido? ¿No se dan cuenta de que no se puede ser más triste?

Final más acojonante:
"Symbol" -> No recuerdo haber visto una peli que se justificara toda ella de una manera tan bestia en sus últimos 15 minutos. Todos en la sala con la boca abierta.
(Finalista: "Evangelion 2.0: You can (not) advance" -> Solo digo una cosa: no, no, mejor no la digo. Pero a partir de aquí mucho va a cambiar. Ahora sí que nos entendemos de verdad, Hideaki.)

Director más molongui:
Claudio Fragasso -> Nunca he visto a un tío tan entregado a lo que está contando y tan convencido de su obra. Menos después de hacer una (genial a su manera) chusta como "Troll 2". Se merece a la vez la categoría de "Personaje que más marca" que me inventé el año pasado, ya que lo conozco 'in person' por su aparición en el gran documental "Best Worst Movie". Miradlo, ¡si ya se ve que es un amo!

Actor más risible (ex-aequo):
Ray Liotta en "En el nombre del rey" -> De brujo de tres al cuarto entre gasas, al pobre no hay por donde cogerlo. El tío Uwe lo ha maltratado mucho (aunque el resultado global sea bastante mejor de lo que esperaba).
Stephen Lang en "Avatar" -> Yo la verdad es que no sé de dónde han sacado a este señor. O a lo mejor es que está mal dirigido. Yo que sé, aunque divertido es un rato, sobretodo en su aparición al final de la película, en un momento hiper memorable que merecería competir en la escena más cachonda.

Actriz más güena:
Jayanama Nopachai en "Nymph" -> Lo único que podía hacernos mantener la atención sobre la pantalla durante una película que perdía tanto fuelle era la incontestable belleza de la protagonista.



3. LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA

Película más esperada para 2010:
"Origen" -> Sinceramente, aunque con propuestas interesantes, no es este un año que pinte espectacular. De lo mejor que nos puede salir es esta película, la nueva de Christopher Nolan, con la que según él se ha probado al máximo. Tiene potencial.


Probable batacazo para 2010
:
"Robin Hood" -> Podría decir varias películas que serán rejodidamente malas, pero como no hay algo tan llamativo como el año pasado, prefiero quedarme con una predicción de algo que puede dar mal rollito. Y qué queréis que os diga, hay algo que me huele a chamusquina en lo último de Ridley Scott. Ojalá me equivoque.

jueves, 14 de enero de 2010

Tharkun's Academy Awards 2009: Sección oficial

Y ahora toca (¿ya? dirán algunos) que os suelte lo que considero más molongui de lo visto por un servidor este año que ya ha pasado. Muchos de los siguientes 'premios' los comentamos ya este lunes en "Cuarto cuarta" del que, por si os interesa, os comento que está emitiendo su segunda temporada desde el inicio de curso. Sin más dilación, los agraciados:

1. PRINCIPALES

Mejor película:
"El luchador" -> La conjunción de guión y actores la hace seguramente la película de más calado del año. Defectos, los mínimos.
(Finalistas: La elección no ha sido fácil, ya que he visto más películas destacables de las que en un principio pensaba. Como casi no he dado señales de vida este año, os nombro los otros títulos que continúan mi ránking personal: "Malditos bastardos", "Moon", "Si la cosa funciona", "Caminando", "Gran Torino", "Best Worst Movie", "Coraline")


Mejor director:
Quentin Tarantino por "Malditos bastardos" -> Este señor es un virguero, un tío que conoce su oficio al dedillo y combina técnica con dirección de actores como pocos. En esta ocasión ofrece su lado más clásico y aún así es innovador y filma con elegancia y maestría.
(Finalista: Darren Aronofsky por "El luchador" -> Otro que se lo ha currado, provocando una inmersión en la historia y una identificación con los personajes totales.)

Mejor guión:
Robert D. Siegel por "El luchador" -> El libreto de este señor ha conseguido hacer la película con más sentimiento del año sin caer en la ñoñería. Un guión sin concesiones, con un gran clímax, que te revuelve las entrañas.


2. ACTUACIÓN

Mejor actor protagonista (ex-aequo):
Mickey Rourke por "El luchador" -> Rourke no actúa, solo está haciendo de sí mismo... blablabla. Cierto que su físico le viene al dedillo al personaje. Cierto que su historia personal debe haberle servido para la interpretación. Pero el que se mueva por sus registros y transmita lo que él, ése, que critique. ¿Nadie en la sala? Sencillamente demoledor.
Cristoph Waltz por "Malditos bastardos" -> O el villano de la década (a falta del año que queda). Waltz es tan veterano como desconocido en nuestro país, y su carisma y la riqueza con la que ha construido a su Franz Landa nos ha dejado a todos encantados. Él es el auténtico protagonista de lo último de Tarantino.
(Finalista: Sam Rockwell por "Moon" -> Inmenso está este gran actor, que lleva TODO el peso en esta fantástica cinta de ciencia ficción. Ha sido difícil dejarlo fuera, ¡pero tres es multitud!)


Mejor actor secundario:
Brad Pitt por "Malditos bastardos" -> El año pasado ya despuntó por "Quemar después de leer". Éste le cuesta encontrar al rival que le arrebate el puesto. Su simplón, exagerado y chulangas soldado americano no tiene desperdicio.

Mejor actriz protagonista:
Evan Rachel Wood por "Si la cosa funciona" -> De lo menos acertado de "El luchador", y lo más destacado de lo nuevo de Woody Allen. Su personaje inocente en extremo y algo tontorrón tiene gancho, y es capaz de llevar con solvencia su mitad de la película.
(Finalista: Melánie Laurent por "Malditos bastardos" -> Carácter y fuerza le sobran al personaje que interpreta esta actriz desconocida por estos lares. Sabido es de todos que Tarantino sabe sacar lo mejor de sus actores. Esta vez tampoco ha fallado.


Mejor actriz secundaria:
Marisa Tomei por "El luchador" -> Porque hay vida después de los cuarenta. Tomei sigue estando espléndida y nos brinda una interpretación llena de sensibilidad, creando una química inusitada con su pareja de pantalla.


3. MÚSICA

Mejor banda sonora (ex-aequo):
Clint Mansell por "Moon" -> Su música encaja a la perfección con la vida en la Luna. Sin aspavientos, nos acompaña a lo largo de la experiencia creando una ambientación fantástica.
Carter Burwell, Karen O por "Donde viven los monstruos" -> En esta ocasión es la música con elementos de pop-rock la que nos transmite esa sensación de liberación y de espíritu infantil que elevan las imágenes de la película a otro nivel.
(Mención especial: David Sardy por "Zombieland" -> Se queda fuera por ser más una compilación que una banda sonora original, pero cuando en los créditos de "Zombieland" empieza a sonar "For whom the bell tolls" de Metallica, sabes que nada puede ir mal.)

Mejor canción:
Bruce Springsteen por "The wrestler" ("El luchador") -> No ha de estrañar que sea el tito Springsteen quien se lleve el gato al agua. Es uno de los grandes, y su canción tiene todo el sentimiento que requiere la historia para la que ha sido compuesta.
(Finalista: Clint Eastwood, Jamie Cullum, Kyle Eastwood y Michael Stevens por "Gran Torino" -> Después del gran clímax de lo último de Clint Eastwood, escuchar esta canción, en la cual él mismo participa, es lo mejor que te puede pasar antes de abandonar la sala.)




4. TÉCNICOS

Mejor dirección artística:
"Coraline" -> En una película de este tipo diría que la dirección artística es el punto clave después del guión, ya que afecta incluso a la propia elaboración de los personajes. "Coraline" deslumbra en este aspecto y, entre unas cosas y otras, Henry Selick supera la prueba del 'más allá de la sombra de Tim Burton'.

Mejor fotografía:
"Donde viven los monstruos" -> La cálida luz del mundo imaginado por Max (y que al fin y al cabo está en el nuestro propio) impregna las imágenes de este relato consiguiendo que deje huella en nuestro corazoncito. Ni el ordenador de "Avatar" (magnífico) puede con las múltiples tonalidades de Australia.


Mejor vestuario:
"Donde viven los monstruos" -> Lo siento, pero soy un fan de los muñecajos creados por la compañía del fallecido Jim Henson. Sus creaciones tienen alma y una personalidad inconfundible, ayudando a construir personajes para el recuerdo.

Mejor maquillaje:
"[REC]2" -> Podría darse este premio a varias películas del género, pero el trabajo que se ha hecho en esta producción de Filmax es igual de destacable que el de la primera parte, y una labor hecha con un mimo poco común en nuestro país.

Mejor montaje:
"Moon" -> Sin prisas pero sin pausas. Una historia que avanza al ritmo justo, encontrando el equilibrio necesario para crear cierto estado de ánimo en el espectador sin que este pierda en ningún momento el interés por lo que está pasando en la pantalla.


Mejor sonido:
"Avatar" -> El rico mundo que es Pandora no solo se compone de maravillosas imágenes, sino de todo el paisaje sonoro que le da vida de forma espectacular.

Mejores efectos especiales:
"Avatar" -> No hay gran discusión. Ya lo comenté, realmente se ha dado otro pasito en el campo del hiperrealismo y del 3D. El resultado es arrebatador y (¿desgraciadamente?) lo mejor que aporta la película.
(Finalista: "Distrito 9" -> Con un presupuesto 'limitado' han creado unos efectos de un nivel envidiable y con una integración en la filmación de las mejores que he visto nunca. Una gran sorpresa.)