viernes, 29 de agosto de 2008

"Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet" sangra de placer

Tim Burton, Johnny Depp, objetos cortantes. Esto empieza a ser obsesivo. Si no habíamos tenido suficiente con "Eduardo Manostijeras" o "Sleepy Hollow", la combinación que tan buenos resultados ha dado se vuelve repetir. Y que sigan si quieren. El resultado en este caso es la adaptación del musical de Stephen Sondheim "Sweeney Todd" (2007).

La base de la historia es un barbero que vuelve a Londres después de años de condena injusta y busca venganza a través de las cuchillas que tan bien sabe manejar. Con envoltorio de musical. Con el toque Burton. Insano, vamos.

La historia sonaba ideal para el director, pero el personaje se muestra ideal también para el actor elegido. Johnny Depp compone un Sweeney Todd que destila ira, amargura y sed de venganza por todos sus poros. El protagonista engancha con su carisma, pero es que el que a estas alturas no sepa ya que Johnny Depp es uno de los mejores actores (si no el mejor) de su generación, es que vive en otro mundo.
El reparto se convierte sin duda en el punto fuerte de la película. Como a Burton le gusta enchufar a sus mozas en cada uno de sus proyectos (mira, cada uno tiene sus formas de entretenerse), a Depp le acompaña Helena Bonham Carter, que por otro lado encaja perfectamente en el perfil andrajoso y desastrado de Ms. Lovett, la que será compinche de Todd en la puesta en práctica de su macabro plan. En el papel antagonista encontramos a Alan Rickman, con la elegancia y buen hacer que lo caracteriza. Fantástico. Con un personaje más secundario, fijáos en Sacha Baron Cohen, que no tiene desperdicio como barbero competidor de Todd, y protagoniza una de las escenas más divertidas del filme.

"Este... Johnny, no es por molestarte ni nada ahora que tienes la cuchillica esa en la mano, pero ¿no te han dejado el pelo un poco a lo Cruella de Vil, cariño?"

La partitura de Sondheim es destacable y tiene unas cuantas melodías recordables, además de algunas letras bastante ocurrentes, aunque se hecha en falta el tema principal del musical en su versión cantada, que era la pieza con más fuerza del mismo.

El potente diseño de producción y la oscura fotografía hacen el resto para crear la lúgubre atmósfera que reclama el relato. Además, sorprende agradablemente ver que no han escatimado en sangre, y podemos disfrutar de algunos momentos gore en los que el Titanlux rojo salpica sin piedad.

Sin embargo, el ritmo decae en ciertos puntos, y da la sensación de que con diez minutitos menos la cinta podría funcionar mejor. Así pues, sin ser la película más redonda de Tim Burton, "Sweeney Todd" es una obra muy original, con buenas canciones y mejores interpretaciones, que parece que no podría haber sido adaptada por otro director que no fuese el de los pelos locos.

Lo mejor: Johnny "Comeplanos" Depp.
Lo peor: Lenta en algunos momentos.
La secuencia: El sangriento final, y en especial ese cuadro de Sweeney Todd desangrándose sobre su esposa muerta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

M'encanta aquesta pelicula! (i el musical tb ;))

Pero...

Lo mejor: la canço de fer empanadas!

(x cert... quan torneu?)

Charlotte Harris dijo...

Nunca me llamo la atención, a pesar de que si me pongo a verla probablemente me guste!!!
Cosa rara, lo se!